sábado, 12 de septiembre de 2020

FORMACIÓN DOCENTE

Actualmente la educación en general y la formación docente en particular han caído en una estructura mecanicista. La inercia del sistema educativo es "tomar" cursos en forma pasiva a todos los niveles en los cursos normales de profesor a alumno, y en los cursos de actualización docente (de docente a docente). Como indica Perrenoud (2004: 22), "uno se hace formador para lo mismo que se hace enseñante: para hablar, y no para escuchar".

Margalef menciona que en los últimos años hemos podido observar cómo las distintas universidades organizan sus ofertas formativas enfatizando no sólo la información, sino la formación pedagógica; y aunque se ha logrado llegar a sobrepasar la formación disciplinar, menciona:

...es difícil desterrar el predominio de una planificación de la oferta formativa que supere el modelo cartesiano newtoniano que ha generado una epistemología de la verdad única: el conocimiento se define a priori, como algo que está ahí fuera esperando ser descubierto (Kincheloe, 2001). La consecuencia inmediata es que el profesorado se forma pensando que el conocimiento se aprende en un proceso lineal, lógico y predecible, que luego se traslada a los alumnos. En muchos casos, en la formación del profesorado universitario se repiten modelos y se reproducen metodologías que declaramos a superar, cambiar o transformar (Margalef, 2006: 74). 

La propuesta formativa en la que se fundamenta Margalef (2006) tiene características como las que se mencionan a continuación:

Está orientada a la indagación: la investigación por medio de la acción como actividad cognitiva se convierte en un objetivo central. Un profesorado que investiga está en condiciones de poder ayudar a sus alumnos a practicar la investigación, a convertirse en indagadores. Las características indispensables para emprender la indagación son la curiosidad intelectual, la motivación, la apertura al cuestionamiento y a los desafíos.

Es socialmente contextualizada y consciente del poder; el pensamiento no puede ser separado ni del contexto sociohistórico ni de las dimensiones del poder. La formación debe tomar en cuenta la dimensión afectiva del ser humano; las cuestiones emocionales y morales tienen un papel explícito y transversal en toda propuesta formativa. Debe estar presente el respeto mutuo y la solidaridad entre los participantes de la comunidad educativa.

Está basada en la producción y construcción del conocimiento y el aprendizaje creativo. El conocimiento no puede venir impuesto por expertos ajenos, sino que tiene que ser producido por medio de la interacción entre profesorado y alumnado.

Está dedicada al arte de la improvisación: reconoce que opera en condiciones de incertidumbre que requieren del arte de la improvisación. Evita procedimientos y reglas uniformes. Exige capacidad para permanecer abiertos a lo imprevisto y a lo inesperado.

Por otra parte, el docente ya posee ideas sobre el proceso de aprendizaje de sus alumnos; su propia experiencia como alumno le ha proporcionado un marco de actuación sobre dicha actividad. Las creencias del docente pueden funcionar como limitadores de su propia práctica si no se realiza una labor de reflexión sobre ellas. Aunado a ello, la permanencia de las creencias se encuentra intrínsecamente relacionada con los años laborados como docente. Escuchar a los compañeros docentes puede hacer explícitas dichas creencias que han sostenido por poco o largo tiempo.

Es por ello que la formación actual de los docentes con un nuevo perfil y teniendo en cuenta los cambios a nivel globalización y demás aspectos que inciden en educación debe girar en torno a la formación de individuos que guíen u orienten los procesos de enseñanza – aprendizaje de una forma dinámica, además conscientes de la realidad y de promover en los estudiantes actitudes critico-reflexivas de las situaciones a las que se enfrentan en el día a día, es decir, los docentes de hoy deben tener una formación en función de formar seres integrales que participen de su propio aprendizaje, de su autorregulación, capaces de proponer soluciones o alternativas de solución a dichas problemáticas, que desarrollen competencias y habilidades y que generen un cambio a nivel social.

REFERENCIA:

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-26982015000500003


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