sábado, 12 de septiembre de 2020

LA INVESTIGACIÓN EN AMÉRICA LATINA

En términos de investigación educativa a nivel de América Latina se puede decir que más o menos para finales de la década de 1950 y hasta comienzo de la década de 1970, recibe un impulso debido a la implementación de carreras de ámbito educativo en las universidades y a la creación de diferentes centros investigativos.
Fue así como empiezan a conformarse diferentes centros dedicados a la investigación educativa a lo largo de toda Latinoamérica, dentro de los cuales están: En Argentina, el Instituto Di Tella fue sede del Centro de Investigaciones en Ciencias de la Educación, creado en 1968; el Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos, creado en 1964, en 1968 se creó el “Fondo Colombiano de Investigaciones Científicas y Proyectos Especiales Francisco José de Caldas” (COLCIENCIAS), organismo al cual se encomendó la tarea de financiar y ejecutar programas investigativos y de innovaciones educativas, científicas y/o tecnológicas. Para ese mismo año, se organizaron el Instituto Colombiano de Pedagogía y el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior. (ICFES-OEI, 1993).

Ahora bien, dicha planificación educativa estuvo avalada por la Alianza para el Progreso que los Estados Unidos propusieron desde el año 1961 a los países latinoamericanos como estrategia de cooperación que previniera el avance del comunismo. El auge de la planificación educativa se manifestó en casi todos los países de la región en la creación de organismos específicos, los cuales incluían funciones de investigación. (Gorostiaga, 2012).

En México, para 1964, se da la creación del Centro de Estudios Educativos en 1964, “primer centro multidisciplinario moderno en el país” (COMIE, 2003: 855). A esto se agrega la conformación de la Comisión de Nuevos Métodos y el Centro de Didáctica en la UNAM en 1969 y 1970.

Cabe resaltar también el DIE (Departamento de Investigaciones Educativas) creado en 1971 dentro del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados con la intención explícita de vincular la investigación con el mejoramiento de la enseñanza, y del Centro de Investigaciones y Servicios Educativos de la UNAM (1971).

 En Chile, la Fundación Ford impulsó hacia 1970 el crecimiento de dos centros privados: el Programa Interdisciplinario de Investigación Educativa (PIIE, en la Universidad Católica) y el Centro de Investigaciones y Desarrollo Educativo (CIDE) y en Brasil en el caso de la educación, la creación de los primeros posgrados –la primera maestría en educación fue la de la Pontificia Universidade Católica do Rio de Janeiro, creada en 1965 – significó la incorporación de la investigación al ámbito universitario.

Tendencias recientes en el campo de la investigación educativa

 Pese al esfuerzo realizado por cada nación para la implementación de medidas que vayan a favor de las mejoras en el ámbito educativo, existe una gran diferencia en cuanto a producción científica e investigativa se refiere y más aún a nivel de América Latina. Una de las razones tendría que ver con el manejo de la economía de cada región, sin embargo, países con buena estabilidad y fuertes recursos financieros tampoco muestran buena productividad científica.

Aunque América Latina ha aumentado el número de sus científicos e instituciones de investigación en los últimos años, la brecha entre los países desarrollados y los de Latinoamérica es sorprendente.

La importancia primordial de la ciencia y la tecnología para el desarrollo de una nación no es plenamente reconocida en Latinoamérica. Los principales factores que contribuyen a la baja productividad son el acceso limitado a subsidios para investigación, presupuestos inadecuados, niveles deficientes de infraestructura de laboratorios de investigación y sus equipamientos, el alto costo y la oferta limitada de reactivos de investigación, los salarios inadecuados y la inseguridad personal de los científicos.

La inestabilidad política y económica en varios países de América Latina provoca la falta de objetivos a largo plazo que son esenciales para el desarrollo de la ciencia. En América latina, la ciencia no es un motor de la economía. La mayoría de los equipos y suministros son importados (drenaje económico), y a las industrias nacionales no se les dan incentivos para producir estos bienes en casa.

Es una pena que la sociedad latinoamericana se haya acostumbrado a esperar que los nuevos avances científicos y tecnológicos vengan de los países desarrollados más que de sus propios científicos. (Ciocca  Daniel, Delgado Gabriela, 2017)

Fuente: Gorostiaga, Jorge & Tello, Cesar & Isola, Nicolás. (2012). Investigación educativa en América Latina: Notas históricas y tendencias recientes. Investigación Educativa Y Política En América Latina. 17-40. 

Ciocca Daniel, Delgado Gabriela. https://www.mendoza.conicet.gov.ar/portal/novedades/index/la-realidad-de-la-investigacion-cientifica-en-america-latina

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