En la
actualidad, y frente a los continuos cambios de manera acelerada del
conocimiento y el sin número de modelos educativos, se vislumbra la necesidad
de formar profesionales suficientemente competentes que trabajen en pro de
darle solución a los diversos problemas de su entorno, adoptando una posición
crítica y sobre todo reflexiva frente a ello. Es allí donde el docente de hoy,
además de poseer características y/o habilidades que contribuyen a desarrollar
en los estudiantes competencias en las diferentes áreas del conocimiento, debe incentivar
y promover en las nuevas generaciones el espíritu investigativo y que a partir
de este se logre de manera diferente un aprendizaje significativo que vaya de
la mano con los intereses y necesidades de los estudiantes y de su entorno.
En ese
orden de ideas, debe asumirse que fomentar la investigación en el aula además
de generar la participación activa de docentes, estudiantes y demás miembros de
la comunidad educativa favoreciendo el clima escolar y fortaleciendo los lazos
de afectividad ente ellos, esto redirecciona cada practica pedagógica puesto
que el centro de los procesos serán los estudiantes, vistos como agentes activos
y participativos de su propio aprendizaje y que se interioricen como pensadores, es decir como sostiene Paulo Freire (1988), que
"realicen la tarea permanente de estructurar la realidad, de preguntarle y
preguntarse sobre lo cotidiano y evidente, tarea ineludible para todo
trabajador social."
A nivel institucional vemos que la investigación
educativa entendida como disciplina, es un ámbito de conocimiento reciente que
se encuentra en la actualidad en un momento de cambio debido al avance de los
nuevos sistemas de acceso e intercambio de información y al impacto que ha
tenido la incorporación de las tics en la forma de recopilar, analizar y
sintetizar la información. Es allí donde la incorporación de ella desde las instituciones
educación básica y media toma un papel preponderante en la formación de los
estudiantes y en el desarrollo del pensamiento científico lo cual promueve una
formación crítica frente a su contexto.
De acuerdo con lo anterior, podemos afirmar que hoy
por hoy los docentes estamos llamados a innovar en nuestras practicas docentes,
asumiendo un rol de investigador que va más allá de la enseñanza, de los
contenidos curriculares y de las monótonas clases tradicionales. En este nuevo
rol, nos vemos motivados a direccionar nuestra experiencia teórico- práctica
experiencias y aprendizajes en investigación e innovación, y por ende propiciar
el aprender haciendo a través de la implementación de proyectos de aulas, que
se convierten e experiencias significativas de aprendizajes, que buscan
transformar de manera positiva y asertiva el quehacer pedagógico.
Finalmente, el Implementar procesos
investigativos en el aula, implica desarrollar estrategias pedagógicas basadas
en la capacidad de explorar, observar, preguntar sobres los entornos, las
necesidades y las problemáticas para convertirlas en procesos organizados de
indagación de los contextos escolares, familiares y comunitarios.
ACOSTA BERTEL LEONARDO FBENEDETTI VILLA NORMA E.PÉREZ PATERNINA CARLOS A.
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